El Grupo AN recibe la certificación de huella de carbono de organización
A través de este proceso, las empresas miden y gestionan las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen de sus actividades
El Grupo AN ha recibido recientemente la certificación de huella de carbono de organización, un proceso mediante el cual las empresas cuantifican y gestionan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por sus actividades, lo que permite medir el impacto ambiental de las mismas y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
La verificación fue realizada por OCA Global, y el cálculo se realizó según la metodología internacional GHG Protocol Corporate Accounting and Reporting Standard, considerando el alcance 1 (emisiones directas), alcance 2 (emisiones indirectas por consumo eléctrico) y alcance 3 (emisiones indirectas de la cadena de valor) de acuerdo con sus directrices con el fin de obtener una panorámica completa de toda su cadena de suministro. Este primer ejercicio, considerado como año base, abarca el periodo comprendido entre julio de 2023 y junio de 2024.
Para llevar a cabo este proceso fue fundamental la implicación de las distintas áreas del grupo, que proporcionaron toda la información necesaria para realizar el cálculo. El resultado fue posible gracias al esfuerzo y la coordinación de todos, y refleja el compromiso del grupo con mantenerse siempre un paso por delante.
TRANSICIÓN VERDE
Desde la Fundación Grupo AN, se coordina e impulsa el desarrollo de estos trabajos como grupo, con el planteamiento de ir por delante y estar preparados antes de la aplicación de las normativas. “Es mejor ir por delante que a remolque”, indica Maite Muruzábal, directora de la Fundación.
En los últimos años, la normativa europea y española en materia de sostenibilidad ha reforzado significativamente la gestión empresarial. Entre 2025 y 2028 se implementará un nuevo sistema de reporting y diligencia debida, y a partir de 2027 las grandes empresas y sus cadenas de valor deberán contar con sistemas sólidos de medición y gestión ambiental, consolidando la huella de carbono de organización como un factor clave de competitividad y acceso al mercado. Según el Real Decreto 214/2025, de 18 de marzo, las grandes empresas deberán calcular su huella de carbono de organización para los alcances 1 y 2, siendo el cálculo del alcance 3 de carácter voluntario.
Este panorama normativo no solo refuerza las obligaciones legales: impulsa un cambio estructural en la estrategia empresarial, situando la sostenibilidad en el centro de la toma de decisiones. En este contexto, la huella de carbono de organización se consolida como un indicador estratégico, ya que permite a las organizaciones conocer con precisión su impacto climático, definir planes de reducción y anticiparse a las demandas regulatorias y del mercado, así como una herramienta importante en la estrategia de descarbonización.
Su cálculo y análisis son clave en la transición verde europea, que se articula en torno a tres ejes: reporting y transparencia, para verificar la información ambiental y prevenir el greenwashing; energía y Net Zero, con objetivos de descarbonización ambiciosos; y cadena de suministro y economía circular, donde la sostenibilidad de productos y procesos asegura el acceso al mercado europeo.
COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD
Como parte del compromiso de la empresa con la sostenibilidad, y conscientes de que invertir en eficiencia energética es invertir en el futuro, el Grupo AN calculó por primera vez su huella de carbono de organización, incluyendo el alcance 3, un hecho que marca un paso decisivo hacia un modelo de negocio más sostenible y con la vocación de convertirse en referente sectorial.
El proceso comenzó con el análisis riguroso de los consumos. Tras un primer diagnóstico de los datos, el Grupo AN centrará sus próximos pasos en consolidar un sistema de gestión ambiental sólido, que permita monitorizar las emisiones de manera continua y definir planes de acción orientados tanto a la reducción de las emisiones de GEI como a la compensación de impactos. Una prioridad será la mejora progresiva de la calidad del dato, con el fin de obtener mediciones más precisas y fiables de los consumos y actividades de la organización. Este compromiso se integra en una estrategia de descarbonización progresiva, que refuerza la transparencia, potencia la competitividad y asegura la creación de valor sostenible para todo nuestro entorno.
El cálculo de huella de carbono de organización beneficia a nuestros clientes y proveedores, ya que nuestros datos influyen directamente en el cálculo de sus propias huellas, un aspecto que ambas partes valoran especialmente.









