Innovación y dimensión para afrontar el futuro
Un curso de verano de la Cátedra Grupo AN de la UPNA analizó en Olite los retos y las oportunidades que marcarán el futuro del cooperativismo agrario

La Casa de Cultura de Olite se convirtió el pasado 25 de septiembre en el centro del debate sobre el presente y futuro del cooperativismo agrario en España. El curso de verano Cooperativismo agrario: claves para un modelo de éxito en cooperativas agroalimentarias, organizado por la Cátedra Grupo AN de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), reunió a expertos, investigadores y profesionales del sector para reflexionar sobre los retos y oportunidades que afrontan las cooperativas en un contexto marcado por la modernización, la digitalización y la globalización de los mercados. En total, sumando al público asistente, más de 110 personas participaron en la jornada.
La jornada arrancó con la bienvenida de Alberto Enrique Martín, catedrático de la UPNA y exdirector de la cátedra, y de Francisco Arrarás, presidente del Grupo AN, quien destacó el papel crucial que desempeñan las cooperativas en la vertebración del territorio rural y en la generación de valor añadido en la cadena agroalimentaria. Arrarás subrayó que “en el Año Internacional de las Cooperativas, el cooperativismo agrario se reafirma como un pilar para el desarrollo rural sostenible, la inclusión social y la seguridad alimentaria mundial, tanto por su contribución económica como por el fortalecimiento social que aporta”.
La primera ponencia, a cargo de Juan Francisco Juliá, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, y Elena Meliá Martí, directora del Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la misma universidad, se centró en la historia y evolución del cooperativismo agrario. Los expertos trazaron un recorrido histórico desde las primeras sociedades agrarias de principios del siglo XX hasta el entramado actual de cooperativas de segundo grado y grupos empresariales cooperativos que lideran segmentos como el cereal, la horticultura o la producción ganadera. Además, recordaron los principales obstáculos a los que se enfrenta el sector, como son los retos sociales, económicos y medioambientales; la incertidumbre geopolítica; y los numerosos cambios en la legislación. También hablaron de la necesidad de hacer más atractivo el sector para los jóvenes, aumentar la dimensión de las cooperativas, adoptar nuevas estrategias para ser más competitivos en el mercado e invertir en innovación.
En la segunda sesión, Alicia Langreo Navarro, doctora por la Universidad Politécnica de Madrid, analizó los modelos de gestión en cooperativas cerealistas y hortícolas. Expuso que el éxito de estas entidades depende en gran medida de su capacidad de incorporar la innovación en sus procesos, diversificar servicios a los socios y garantizar estructuras de gestión profesionalizadas. Insistió en que la cooperación y el aumento de la dimensión de la cooperativa son imprescindibles para mantener la competitividad en un mercado donde los márgenes se estrechan.
El curso alcanzó uno de sus momentos más prácticos con la mesa redonda moderada por Juan Luis Celigueta, director del Área de Cereales del Grupo AN. Allí se expusieron casos de éxito en distintas cooperativas agrarias. Alejandro Collazo, Senior Commodity Trader de CHS Inc., Emilio de León, director de Producciones Ganaderas de COVAP, y Philippe Saux, presidente de Agri Sud-Ouest Innovation, compartieron experiencias en torno a la internacionalización, la integración vertical y la importancia de reforzar el modelo de gestión. Las intervenciones coincidieron en que, aunque los contextos son distintos, el tamaño, la adaptabilidad y la diversificación son claves para resistir la volatilidad de los mercados y las crisis geopolíticas. Por otro lado, afirmaron que los principios cooperativos ofrecen herramientas válidas a los agricultores y ganaderos para afrontar los retos a los que se enfrentará el sector.
La sesión de la tarde arrancó con la intervención de Juan Carlos Pérez Mesa, catedrático de la Universidad de Almería (UAL), quien ofreció una panorámica sobre cómo el cooperativismo agrario internacional condiciona el presente y el futuro de las cooperativas. Subrayó los retos actuales a los que se enfrenta el sector hortícola: la competencia internacional, con la fuerte entrada en el mercado de China, Marruecos o Egipto; la presión normativa excesiva y cambiante; las crisis globales; y la necesidad de innovar en sostenibilidad, marketing y capital humano para mantener la competitividad.
A continuación, Luis Miguel Arregui, profesor de la UPNA, centró su intervención en la digitalización y modernización de las cooperativas. Presentó la digitalización desde la visión práctica de un socio cooperativista, diferenciando informatización, digitalización y agricultura de precisión. Para ello, subrayó que las nuevas tecnologías son una herramienta para mejorar la eficiencia, la trazabilidad y la sostenibilidad de las producciones.
Por su parte, Carlos Vargas Vasserot, director del Centro de Investigación en Derecho de la Economía Social en la Empresa Cooperativa en la UAL, explicó el marco legal que regula a las cooperativas agroalimentarias, destacando cómo el derecho condiciona sus relaciones con socios, proveedores y administraciones. Además, destacó la importancia de adaptar las estructuras legales a un entorno global cada vez más cambiante y de reforzar la seguridad jurídica de las cooperativas para que sean más competitivas y resilientes.
La jornada finalizó con una mesa de debate moderada por la directora de la Fundación Grupo AN, Maite Muruzábal, en la que se abordaron los grandes retos y las oportunidades de las cooperativas agroalimentarias en la actualidad, y las distintas posibilidades de afrontar los retos desde las diferentes organizaciones: administraciones, organizaciones agrarias y universidades. Entre los ponentes estuvieron Gabriel Trenzado, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Clemente Mata, subdirector general de competitividad de la cadena alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Anna María García Companys, profesora de la Universidad de Lleida, y Katrin Simón, profesora de la UPNA.
Las intervenciones de los ponentes coincidieron en varias necesidades: una legislación más coherente y simplificada; apoyo económico y legislativo al modelo cooperativo para aumentar su dimensión y competitividad; investigación y formación universitaria; y modernización del cooperativismo a través de la digitalización, la atracción de talento y una comunicación más eficaz.
Katrin Simón incidió en la idea de afrontar los retos siendo globalmente competitivos y localmente comprometidos. Por su parte, Anna García abogó por una normativa que incluya el principio de proporcionalidad en el derecho. Gabriel Trenzado remarcó la importancia de ser conscientes del cambio de época que estamos viviendo, y Clemente Mata hizo hincapié en que resulta vital trasladar a Europa el modelo cooperativo. Por último, Maite Muruzábal terminó recordando que una cooperativa grande es la unión de muchas pequeñas.
En definitiva, el curso no solo sirvió para intercambiar conocimientos, sino también para explicar que el cooperativismo debe reforzar su dimensión empresarial sin perder identidad social, asumiendo un papel activo en la transición económica, social, medioambiental y tecnológica del sector agrario.