Recta final de la plantación de tomate para industria en Navarra y Extremadura
La campaña ha estado marcada por las lluvias de primavera, que han retrasado el calendario habitual

Navarra y Extremadura son dos de las zonas de producción de tomate más importantes de España. Esta semana finalizará la plantación de este cultivo para industria, en una campaña que se ha retrasado debido a las abundantes lluvias de primavera.
“Las lluvias de marzo, abril y mayo han dificultado las labores de preparación de terreno y acolchado o plastificado. Todo esto, acompañado de temperaturas relativamente bajas hasta finales de mayo, ha hecho que la campaña se haya retrasado un poco”, señala Inmaculada Gil, coordinadora de técnicos de campo del Grupo AN.
Las primeras plantaciones que se hacen en abril suelen desarrollarse al principio más despacio. Las de ahora arrancan mejor, debido a que las condiciones de cosecha habitualmente son mejores porque en agosto la probabilidad de tormenta o de lluvia es menor.
“El hecho de que se haya retrasado la campaña conlleva que el riesgo de que se den lluvias de otoño y compliquen la cosecha sea mayor, ya que no se puede entrar con la maquinaria porque se hunde, hay más barro, más piedras, y el tomate va más sucio a las fábricas, lo que implica un descuento del precio para el agricultor”, añade Mario Goitiandia, técnico de campo del Grupo AN.
En Navarra las cooperativas socias que trabajan el tomate para industria son la de Tudela, la de Cabanillas y principalmente la de Caparroso. En la explotación de Luis Sánchez, presidente de esta última, varios trabajadores llevan a cabo los últimos trabajos de plantación de tomate pera de industria a comienzos de junio. Comenzaron a plantar el 8 de abril y esperan comenzar con la recogida hacia la segunda quincena de agosto.
En los viveros Las semillas se siembran en bandejas unos dos meses antes de prever el trasplante, y se mantienen en el vivero hasta que tienen 4 o 5 hojas verdaderas. Los agricultores buscan variedades que tengan alto rendimiento productivo y que coloreen homogéneamente. Goitiandia explica el proceso de preparación del campo:
“Lo primero que se hace es una labor profunda del suelo, ya que la raíz del tomate profundiza bastante. Después se pasa el rotavator para airear la tierra, se plastifica y se conforman los cerros. A la vez que se pone el plástico se tiran los goteros de riego, y antes de trasplantar se montan las mangueras principales de riego de los sectores donde van conectados los goteros. Después se le da un riego importante, que quede el suelo con buena reserva de agua. Una vez que se trasplanta se espera a que la planta del tomate enraice para poder comenzar a meter fertilizantes o algún producto que le pueda dar cierta inmunidad”.
Ahora están empezando a cuajar las primeras plantaciones. Para la recogida se busca que el tomate esté en un punto de maduración óptimo. Con respecto a la superficie plantada este año, ha descendido un 9 % con respecto a la campaña anterior.
Por su parte en Extremadura la campaña de trasplante ha venido muy retrasada por las lluvias, como explica Alejandra García, responsable de la sección de Frutas y Hortalizas de la delegación del Grupo AN en Extremadura. “Normalmente la recogida comienza a finales de julio, y este año como pronto será a mediados de agosto. Por ello, y por la reducción de la superficie plantada del 15 % con respecto al año pasado, las perspectivas no son positivas”, afirma. “Nos vamos a meter a cosechar mucho en septiembre, y normalmente los tomates tardíos tienen menos rendimiento”.